Una casa pasiva que ahorra energía

Esta vivienda de 177metros cuadrados, obra del estudio Karawitz Arquitectura, es la primera casa construida en Francia que obtiene el certificado europeo de casa pasiva. De diseño sencillo y elegante, esta vivienda que se cierra al norte y se abre al sur, cuenta en su fachada con una segunda piel de contraventanas de bambú que controla la entrada de luz y calor a la casa en verano.

Construida con estructura de madera prefabricada en taller y con un gran aislamiento, se convierte en una vivienda cómoda, saludable y sostenible.

Dispone de unos paneles fotovoltaicos situados en el techo, que son capaces de producir 2695 kwh/año de energía, convirtiéndose en una casa pasiva con un alto grado de eficiencia energética.

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